¿JUSTO? Mujer recibió 100 latigazos por adulterio y su compañero sólo recibió 15

Las duras leyes musulmanas hacen cada vez más estragos dentro de la sociedad que tiene que soportarlas, esta vez una mujer fue víctima injustamente con un castigo de 100 latigazos tras haber sido acusada de adulterio en Indonesia.

Dentro de la provincia conservadora de Aceh, la ley islámica dictó por medio del jefe fiscal Ivan Najjar Alavi, que una mujer acusada de tener relaciones sexuales fuera del matrimonio recibiera 100 latigazos.

Pero el detonante del caso es que mientras ella fue condenada a este castigo, el hombre con la que supuestamente estaba relacionada solo fue sentenciado a 15 azotes, ya que éste negó las acusaciones y “mostró cariño por una mujer que no era su esposa”.

Según las autoridades, los jueces admitieron que este castigo para el hombre fue debido a que su comportamiento frente a ellos “fue negado” y de tal manera “hubo más dificultad en reconocer su culpabilidad”.

“Durante el juicio, no admitió nada y negó todas las acusaciones. Por ello los jueces no pudieron probar su culpabilidad”, contó Alavi a la prensa.

Las informaciones presentadas a las autoridades cuentan que la mujer y el hombre fueron “sorprendidos” por algunos residentes locales en una plantación de aceite de palma en 2018, y hasta ahora es que han sido procesados.

Inicialmente, el hombre iba a recibir 30 latigazos pero se redujeron a 15 por su apelación en la Corte, mientras que a la mujer le dejaron tal sentencia, la cual no pudo aguantar.

El Diario “The Guardian” y AFP explicaron que los latigazos dados a la mujer tuvieron que detenerse de inmediato ya que ella no pudo soportar el dolor.

Muchas veces las mujeres han sido acusadas falsamente en este tipo de situaciones, ya que sus creencias y leyes menosprecian a las femeninas como figura destacada en la sociedad; ahora, con el caso presente, ella no afirmó ni negó las acusaciones.

La radical decisión en este tipo de casos solo se presenta en la provincia de Aceh, la cual es muy conocida por seguir de manera muy correcta las leyes islámicas y su dictamen sobre castigos en temas como el adulterio, ingesta de alcohol, juegos de azar y también la homosexualidad.

Se ha convertido en una tradición que este tipo de actos se lleven a cabo en público, y que los vecinos de lugar sean testigos lo que se convierte en un espectáculo que queda grabado en vídeo, muchos de ellos siendo virales en redes sociales.

En Indonesia se acostumbra que los azotes sean castigos para quienes violan sus leyes, las cuales están basadas en la creencia islámica y dictada por la mayoría de sus parlamentarios de creencia musulmana

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