"En su boca estuvo la ley de verdad, y maldad no hubo en sus labios; anduvo conmigo en paz y en rectitud, y apartó a muchos del mal. Porque los labios del sacerdote guardan la doctrina, y de sus labios se ha de aprender la ley; porque es mensajero de Yahweh de los ejércitos" Malaquías 2:6, 7
Lectura Seleccionada: Lucas 4:40-41
PUNTO DE PARTIDA Al estudiar las Sagradas Escrituras, surgen muchas preguntas difíciles de contestar. Por ejemplo, ¿cuál es la hora apropiada para recibir el Shabbat, (la palabra Shabbat se deriva del verbo hebreo savat /shavath/, que significa descansar o reposar de actividad) ya que el Creador después de haber hecho el mundo en seis días, descansó el día séptimo? ¿Cuál es el entendimiento correcto de poner en alto la observancia del Shabbat, sobre todo, la hora de comenzar y de finalizar el mismo? Leemos en Juan 16:12,13, que Yahshua, aquél que escribió la ley en el Sinaí (Juan 5:46) dijo: "Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él os guiará a toda verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir." Estas palabras de Yahshua las debemos estudiar en unión a las que el escritor Juan escribió en Revelación 10:11 donde nos dice: "Necesario es que otra vez profetices contra muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes." El mundo religioso afronta hoy una crisis de la verdad. Los ministros, los pastores, los maestros encuentran que se cuestiona y desafía abiertamente la verdad escritural. Las masas religiosas no quieren saber lo que es la verdad. Quieren mantener sus vidas al margen del mundo, pero dentro del templo. Encontraremos que en los últimos días una nueVa expresión de la verdad será dada. Sin embargo, debemos entender una vez más que todas las enseñanzas que Yahshua dio fueron basadas en los escritos de Génesis a Malaquías. Es decir, la gente de su época lo que conocía era las Escrituras Hebreas y no otras. Por lo tanto, una de sus enseñanzas fue:"Y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió". Juan 14:24 Consideramos que la Congregación no necesita dar otra interpretación humana a las Sagradas Escrituras. Lo que importa es cómo Yahweh por medio de su Espíritu la interpreta y la da a conocer, y que nosotros; viviendo según su Palabra, realicemos su voluntad. A pesar de vivir en una nueva era de evangelización moderna; deberíamos, para ser honrados con nosotros mismos, mirar las generaciones pasadas y observar cómo y a qué hora recibían el Shabbat a lo largo de seis milenios. La forma en que ellos lo observaban debe ejercer una profunda influencia sobre nuestra conducta espiritual ya que el asunto de autoridad divina es Vital. Por ejemplo, hay leyes de higiene y de salud que seguimos para nuestro beneficio permanente y que ignoramos a nuestro propio riesgo. No olvidemos que ni la verdad ni la justicia son productos de la razón humana. Sólo Yahweh nos ha dado normas para nuestro beneficio, porque nos ama.
EL SOL: MODO DE COMPUTAR EL TIEMPO Al estudiar la grandeza de la autoridad divina que nos gobierna y nos guía, descubrimos los medios por los cuales esa autoridad puede enseñarnos y conducirnos a virtudes tales como la obediencia, el respeto, el sometimiento voluntario. Lamentablemente no todos estamos dispuestos a aceptar la soberanía de Yahweh. No olvidemos que las cosas visibles y hasta las invisibles que Yahweh creó atestiguan que las leyes que rigen el universo son inalterables. Los israelitas aprendieron a computar el tiempo de acuerdo al curso del sol y de la luna. Dichos astros Yahweh los creó con ese propósito, según Génesis 1:14-16: "Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche, y sirvan de señales para las estaciones, para días y años... E hizo Yahweh las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche, hizo también las estrellas. Y las puso Yahweh en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, y para señorearen el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas." Todo tiene su motivo para existir. Si una cosa creada por Yahweh pierde este motivo, debe ser descartada. Entonces; ¿cuál es la finalidad de la creación del sol sino señalar el comienzo y la finalización de un día? El hecho de ver ponerse el sol recordaba a todo israelita la santidad del Shabbat. La puesta de sol servía como un recordatorio forzoso de la santidad del séptimo día.
CUANDO COMENZABA Y TERMINABA EL DÍA Primero: ¿Cuándo Comienza el Día? Según las Sagradas Escrituras, el día se contaba a partir de la puesta de sol hasta la otra puesta de sol. Uno de los pasajes a considerar lo encontramos en Marcos 1:32-34. El evangelista Marcos destaca lo siguiente al respecto: "Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades...". El personaje principal de esta actividad es Yahshua y tiene lugar en un día de Shabbat según el verso 21 del capítulo en consideración. Se está hablando de una actividad al finalizar el Shabbat, ya que el israelita conservador no llevaba carga en el día santo. Para Marcos, la expresión "luego que el sol se puso" es indicativa de que el Shabbat había finalizado y podían llevar carga. Podemos ver en este pasaje que para los días de Yahshua, sus discípulos sabían cuando finalizaba el Shabbat. No sólo Marcos es movido a escribir sobre este asunto, sino que Lucas, también usa la frase "al ponerse el sol" (Lucas 4:40). Esto demuestra que Yahshua directamente comunicó Su voluntad a sus discípulos. De la misma manera, podemos observar similitud de pensamiento entre Marcos y Lucas si lo relacionamos con Génesis 1:14-16. Yahweh estableció el sol como el marcador del tiempo y éste mostraría cuándo comenzaba y finalizaba un día.
Segundo: ¿Cuándo Termina el Día? Hasta este punto hemos visto que dos de los discípulos de Yahshua son testigos firmes de que el sol marca el comienzo y finalización del día. El precepto de guardar el Shabbat no está en duda. Lo que queremos es probar que la hora indicada para recibirlo y despedirlo esa puesta desoí. Ahora entremos en la fase de más pruebas escritúrales sobre el tema en discusión. Según Jueces 14:18, la puesta de sol se polariza fuertemente sobre la idea de comenzar o terminar el día. El ejemplo que aparece en la historia de Sansón nos sirve de modelo para establecer la hora de concluir. La observancia de la finalización del Shabbat se convirtió en una de las prácticas más características del pueblo hebreo, llegando a establecer con ese tiempo términos o plazos que hacían válido los pactos. Dice el pasaje en consideración:"Y al séptimo día, antes que el sol se pusiese; los de la ciudad le dijeron...". Este incidente abarca el tiempo que Sansón dio para que los filisteos le declarasen su enigma. Pero, ¿cuándo finalizó ese tiempo señalado? Cuando se puso el sol.
OTROS EJEMPLOS DE CUANDO TERMINA EL DÍA Otro pasaje que muestra cuándo finaliza el día lo encontramos en 2 Samuel 3:35: "Así me haga Yahweh y así me añada, si antes que se ponga el sol gustare yo pan, u otra cualquier cosa". Hay una relación directa entre 2 Samuel 3:35 y Jueces 14:18. En ambos pasajes se define la hora de concluir el día: la puesta de sol. En el pasaje de 2 Samuel 3:35 se considera el tiempo que David determinó no comer pan por la muerte a traición que le dio Joab a Abner. La mención de la frase "antes que se ponga el sol" de parte de David, sin lugar a dudas, nos da una idea clara acerca de cuándo finalizar aún un compromiso espiritual como lo es el ayuno. David determinó el tiempo de abstenerse de comer hasta la puesta de sol y no hasta las seis de la tarde, aún cuando sabemos que para el tiempo de los reyes de Israel ya habían relojes (2 Reyes 20:11). Este debe ser el compromiso nuestro como Congregación de Yahweh, la de dedicarnos a renovar y así afirmar nuestro respeto a lo que las Sagradas Escrituras nos enseñan. Esto no significa una aceptación de cada detalle de nuestro pasado israelita, pero mucho menos la desviación hacia el elemento del moderno evangelio de comodidad que hoy se predica. Nuestro compromiso es fortalecer y compartir la "fe que una vez fue dada a los santos". Conscientes o inconscientemente, muchos sacerdotes de turno tratan de esquivar este compromiso de recibir y finalizar el Shabbat a la puesta de sol. Dentro de la Congregación, la observancia del Shabbat de puesta a puesta de sol viene a suavizar de algún modo la rigidez tradicional de las relaciones entre Pastor y miembro. Subsisten necesariamente las leyes eclesiásticas, originadas en el pacto de hombre, leyes que el pueblo de Yahweh debe obedecer. Sin embargo, es innegable que las conveniencias humanas comienzan a buscar mayor flexibilidad en la legislación ministerial. Los pastores empiezan a abandonar muchas de las leyes divinas, y aceptan con sencillez que se emplee en una temporada de invierno en los Estados Unidos la hora de las seis para recibir el Shabbat. Sin embargo, están de acuerdo que para el verano se aplique la ley de "puesta de sol" tan sólo porque el día termina como a las 8:30 o un poco más tarde. La lección es obvia. La comodidad hace perder la identidad espiritual. Pero la pregunta importante es; ¿pueden los sacerdotes de turno desarrollar respeto y motivación moral necesaria para asegurar que nuestro pueblo cumpla con obedecer el Cuarto Mandamiento, si ellos mismos están inseguros de a qué hora recibirlo?
DANIEL Y LA LEY MEDO PERSA Concluiremos esta lección remarcando un ejemplo que brinda gran aliento al que sirve a Yahweh. En este caso, hacer lo que Daniel hizo, trae como resultado una bendición demasiado grande. Ni aún las leyes babilónicas afectaban la obediencia de este hombre ante Yahweh. En el capítulo 6 de Daniel encontramos que los enemigos de Daniel idearon un plan en el cual pudieran encontrarlo falto ante las leyes de Babilonia. El rey, sin saber que todo esto venía para buscar ocasión contra Daniel, firmó el decreto. "Entonces el rey (Darío), oyendo el negocio, pesóle en gran manera, y sobre Daniel puso cuidado para librarlo; y hasta la puesta del sol trabajó para librarle". El injusto edicto medo persa contra Daniel sólo sirvió para demostrar que el profeta era muy fiel a las leyes divinas. Aún el rey Darío quiso salvar a Daniel y luchó hasta el último momento: hasta la puesta de sol.
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